Imaginen que, al igual que nosotros, todos nos hemos preguntado cómo nuestros negocios se verán impactados ante la disponibilidad de verdadera inteligencia artificial. Por ello quisimos hacer una reflexión al respecto.
Más allá de la necesidad de reinventar posiciones y procesos, pues la ventaja competitiva la tendrán quienes sepan cómo integrar las herramientas de inteligencia, hay que pensar en cómo afectará nuestro contexto y al propio mercado.
En un panel en el que participamos una persona de la audiencia, en un esfuerzo por ver más allá de los retos que ya son familiares por la coyuntura política y de seguridad en la que vivimos, nos preguntaba sobre los retos del futuro. De inmediato pensamos en Inteligencia Artificial. Los escenarios apocalípticos están por todos lados, pero ¿qué tan cercanos a la realidad pueden ser?
Lo que nos queda claro es que efectivamente tendrá consecuencias y los riesgos son reales. Simplemente el impacto en factores sociales y de seguridad son inevitables. Con efecto en lo social podemos esperar un incremento del desempleo, tan solo hay que pensar en procesos de manufactura que ahora podrán ser realmente automatizados o procesos financieros o de análisis de datos que se realicen en segundos. Esto se traducirá en descontento y exacerbará el ambiente convulso que hoy ya nos apremia. En seguridad, las vulnerabilidades digitales se potencializarán y multiplicarán gracias a la facilidad para generar ataques a través de herramientas al alcance de cualquiera que haga los requerimientos “correctos”.
Si bien no podemos negar que el uso de la IA es inminente, debemos aprender a “convivir” con el hecho de que ya está aquí. Preparémonos cada uno desde nuestro ámbito para acoplarnos a esta nueva realidad, reforcemos controles y mitiguemos desde ya, el impacto en nuestras empresas y en nuestros equipos de trabajo.